Con este blog quiero completar la obra que inicié con "Contemplando el claro azul", que continuó con "Me acordé de ti" y "Recordé cuánto te gusta". Quiero con él comenzar el 2014 esperando que sea fructífero y que podáis disfrutar conmigo estos versos. Y ya vamos por el 2020.

martes, 15 de mayo de 2018

24º. PREMIO PROVINCIAL DE POESÍA "PAQUI ROJAS" 2018.




El pasado sábado 12 de mayo tuve el honor de recibir el Premio Provincial de Poesía "Paqui Rojas" en su octava edición, otorgado por la Asociación Manantial. Reitero desde aquí mi satisfacción y agradecimiento y adjunto el enlace a la página de la asociación en la que puede leerse el poema galardonado "Lágrimas de mar. Palabras en cada gota". Reseñar que la temática del concurso era el artículo 1 de la Carta Universal de los Derechos Humanos, por lo que he intentado reflejar un "ayer" frente al dolor y un "hoy" en el que se inicia el camino de la esperanza en que algún día la realidad nos muestre que dicha declaración se está cumpliendo.

“Lágrimas de mar. Palabras en sus gotas.”


Ayer, contemplando 

las heridas de la servidumbre de género,

las huellas de mil infancias marcadas,

los cortes ensangrentados de la explotación del esfuerzo,

los vendajes desgarrados por el secuestro del habla,

la ausencia por pérdida de la propia alma,

me hiciste llorar

lágrimas de mar saladas.

Ayer, liberé mi ira 

como golpes de ola en la roca,

como gritos de dolor en la boca,

como impotencia de amor que me desborda.

Me hiciste pintar...

paredes amargas de cal.

Ayer, contemplando

 el rastro de la huida hacia otra tierra 

extraña,

 la hundida e infinita dependencia

de las vidas que son más altas,

la mortal desesperanza 

ante el desorden de cada jornada,

descargué mi rabia

como golpes de puño en la boca,

como gritos del pecho a una roca,

como impotencia de razón loca.

Ayer, arrastré

pesadas piedras de torcal,

afilándolas con mi odiada herencia,

con estruendos de voz ronca,

con puñetazos de frustración loca,

con potencia incontrolada que se desboca.

Me hiciste dibujar en el mar

lágrimas amargas para cada gota.


Hoy

tocando los primeros síntomas de la libertad

he liberado mis ansias

como caricias de ola en la roca,

como sinrazón de amor loca,

como adjetivos articulados en la boca.

Me has hecho lanzar

palabras henchidas de felicidad.

He arrinconado a mi soledad

con empujones dados a mi timidez loca,

como gritos de alegría en la garganta,

como ilimitada potencia que se desboca.

Me has obligado a descargarme

de pesadas piedras al caminar.

Has empujado mi vida

hacia un cielo común para navegar

entre nubes moradas,

con potentes alas locas,

como un golpe de viento que toca,

como un grito de emoción que sube desde las rocas.

Me has hecho dibujar

palabras y esperanza en todas las gotas.

Me has hecho evocar

los ecos más dulces…

 cerca del mar.



sábado, 24 de febrero de 2018

24º. Cautiv@s.

"Liberando cautivos" de Richard Caldwell
https://lumbrera.me/tag/cautivos/


Oscuridad.
Viaje a ninguna parte
por las entrañas de la tierra
que clausuró todos los caminos
de una caverna sin luz.
Paredes frías; roca húmeda;
suelo inundado de agua y de sal.

Realidad.
Puzle de piedras
que componen la cúpula
de una cárcel natural.
Fría angustia; húmeda impotencia;
a los pies, losas de granito
que pinchan con sus cristales
la marchita piel.

Destino.
Entre las piezas del techo
se abre una grieta
que deja pasar un fino rayo;
apenas consigue iluminar:
fría ilusión; húmedos y ahogados deseos
que anhelan ver el cielo
y agotar la respiración.

Mañana.
Buscando la paja
que en el ojo de la luz
pueda agrandar el hueco
hasta convertirlo
en la puerta de salida;
o en la entrada al fin del cautiverio.
Fríos y torpes pasos hacia la libertad.
Impulsos latentes de la húmeda garganta
que se enfrenta al desafío de gritar.

Decisión.
Ascenso interminable
 para salir de la oscuridad.
Fuerza que imagina otra realidad.
Empuje que dibuja un destino.
Futuro que empieza en el mañana,
en el momento inesperado
 de una difícil decisión.