En este subir y bajar constante,
en este acercarnos y alejarnos permanente,
la euforia nos invade
cuando nuestras manos se unen
entrelazando los dedos
y estrechando las distancias;
para al instante construir rápidamente
gruesos muros infranqueables
dentro de las burbujas de vacío
que nos separan.
En este afirmar y negar lo evidente,
en este negociar y acordar para no cumplir
que se hace desesperante,
caminamos satisfechos y orgullosos
por el camino que nos lleva hacia la vida;
para un día sí y otro también
salirnos de la ruta
y chocar con la obstinación
que nace de la impotencia,
del objetivo que parece inalcanzable,
de la incomprensión de nuestras palabras,
de la ignorancia de un mundo
que nos lanza hacia la incertidumbre.
En este recorrer y desandar,
en este reafirmar y destruir,
construimos una historia
que nos alegra constantemente;
para contemplar hora tras hora
como se tambalea
y se vuelve a reparar.
y se vuelve a reparar.
En este ahora sí, y después tampoco,
te ofrezco la ayuda de un ¡te quiero!