Con este blog quiero completar la obra que inicié con "Contemplando el claro azul", que continuó con "Me acordé de ti" y "Recordé cuánto te gusta". Quiero con él comenzar el 2014 esperando que sea fructífero y que podáis disfrutar conmigo estos versos. Y ya vamos por el 2020.

sábado, 13 de julio de 2019

31º. Encuentros y reencuentros.



Aire. Roca. Pinos.
Naturaleza sin adjetivos.

Cerros. 
Defensa.
Pueblos.
Almenas
y muros gruesos.

Sierra. 
Olores.
Sabores.
Recuerdos de la infancia
rescatados
con el temor
de estar rodeados
por las heridas.

Peligros. Abusos.
Alertas.
La eterna lucha
por las ideas.

Suelos. Vida.
Cultura.
Rompiendo 
una frontera artificial.
Levantando
la parte común
de la historia.

Música. Salud.
Respiración.
La parte común
de cada historia.
Sueños. Anhelos.
Encuentro.
Óleos 
para un futuro
imperecedero.

Oráculos. Confesiones.
Preguntas.
Emociones y mentes
compartidas
para siempre.
Afectos. Más recuerdos.
Ilusiones.
La alianza de corazones.

Regalos. Detalles.
Entrega.
Los rasgos definidos
de la generosidad en vena.

Río. Agua. Segura.
Espacio
para el contacto 
de la vida.

Higuera. Olivo. Arroz.
Y en la orilla
un solitario manzano.

Encuentro y reencuentro
para el abandono,
la belleza
y una activa calma.

Encuentro y reencuentro
para la tristeza,
la alegría
y la esperanza.

Encuentro y reencuentro
para el pasado,
 el presente
y un futuro
que nos llama.



sábado, 6 de julio de 2019

30º. A veces llega el momento...

A Alfonso, que aún está, y siempre estará, con nosotros.

Veinte de abril de los noventa.
En el recuerdo, tu cara,
la copia de tu cinta
y tus entusiastas palabras.

Hoy, tu fantasma quiere hablar
en el aire de esta noche,
que me besa suave en la cara
con queridos ritmos 
y sones
Celtas
que siempre fueron
Tú, amigo.

Me entró la melancolía
y te tenía que hablar
con la música
que me descubriste.

De los retales de una vida
y de las letras de los Cortos,
estos versos salen solos.

De las batallas perdidas
a tu enfermedad
que nos llevó 
a tu ausencia;

de las batallas perdidas
a este mundo
todavía enfermo,
en el que la vida es agresiva
en una legión de mudos.

De las batallas ganadas
al recuerdo;
al tuyo
y al de las melodías
de esta noche;

al de las mentes luchadoras
que aún siguen vigentes
porque, ¿qué ha cambiado?
Tienes miedo a la vida.
Te asusta respirar.
Si siguen así las cosas
la tierra va a reventar.

Y ahora,
¿qué voy a hacer yo?
¡qué puedo hacer yo!

Tú,
obligado,
te diste cuenta
que una casa
había que ocupar;
pero no aquí,
en el más allá.
Solos se cayeron
los grilletes.

Yo,
con ganas de mejorar
y cambiar la realidad.
Encadenado
a los lazos
que no puedo desatar.
Cercano
espera el momento
del cambio de vida:
de cero 
voy a empezar.

Los dos,
mantenemos ilusiones
que no nos podrán parar.
En estos días tan inciertos,
en que vivir es un arte,
insisto,
quisiera poder hablarte:

si encuentro 
en la senda del tiempo
un destino
esperándome
entre el polvo del camino,
algo habrás ayudado,
amigo;

cuando dibujo 
las arrugas en la frente,
descubro
que a veces llega un momento
en que te haces viejo
de repente.

Mientras imagino
el reencuentro
en el que vernos
cara a cara...
en el que buscar
la mirada que puede más...
Amigo...
como el vagabundo
del sueño errante,
esperanos en tu Habana
particular,
para invitarnos
cuando lleguemos 
a un trago de libertad.