Con este blog quiero completar la obra que inicié con "Contemplando el claro azul", que continuó con "Me acordé de ti" y "Recordé cuánto te gusta". Quiero con él comenzar el 2014 esperando que sea fructífero y que podáis disfrutar conmigo estos versos. Y ya vamos por el 2020.

domingo, 15 de diciembre de 2013

1ª. "UNA CERCANÍA DISTANTE: COSAS DE LA EDAD (LA TUYA Y LA MÍA)".


                               
 En este subir y bajar constante,
en este acercarnos y alejarnos permanente,
la euforia nos invade 
cuando nuestras manos se unen
entrelazando los dedos 
y estrechando las distancias;
para al instante construir rápidamente
gruesos muros infranqueables
dentro de las burbujas de vacío
que nos separan.

En este afirmar y negar lo evidente,
en este negociar y acordar para no cumplir
que se hace desesperante,
caminamos satisfechos y orgullosos
por el camino que nos lleva hacia la vida;
para un día sí y otro también
salirnos de la ruta
y chocar con la obstinación
que nace de la impotencia,
del objetivo que parece inalcanzable,
de la incomprensión de nuestras palabras,
de la ignorancia de un mundo
que nos lanza hacia la incertidumbre.

En este recorrer y desandar,
en este reafirmar y destruir,
construimos una historia
que nos alegra constantemente;
para contemplar hora tras hora
como se tambalea
y se vuelve a reparar.

En este ahora sí, y después tampoco,
te ofrezco la ayuda de un ¡te quiero!

       

1 comentario:

  1. ¡Claro que nos vemos reflejados, José María! La relación con nuestros "adolescentes", sobre todo los más cercanos, los que tenemos en casa, se cencentra en aquello de Molotov (creo) de "dos pasos adelante y uno atrás". Pero, convengo con ese aire optimista porque, en suma, ese aceiote del amor que está por medio posibilita que las fricciones no lleguen al punto del fuego.

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